El "Paradigma de Conformidad" ó lo Fácil que Cedemos ante la Presión Social

En 1962 el reconocido psicólogo social Solomon Asch se confabuló con el equipo del programa Candid Camara para demostrar como las personas se conforman a la norma, con facilidad las personas modifican su conducta para conformarse con la de un grupo, observar cómo se diluye la individualidad resulta ridículo sólo cuando no estamos dentro de ese grupo (si un individuo ve este video en un grupo en el que nadie ríe, probablemente no se reirá), tomamos conciencia al observar desde fuera nuestra conducta grupal que la realidad colectiva es la farsa de la individualidad, el mismo experimento fue replicado en la Universidad del Sur de Florida con los mismos resultados: una persona en el elevador ante la amenaza de marginarse del grupo actúa conforme a la norma, aunque la conducta que imita sea anormal, el poder que tiene la presión social para transformar nuestra conducta fue investigado Asch en una serie de experimentos que dieron lugar al "Paradigma de Conformidad”,  reveladores experimentos que muestran con ridícula claridad cómo nuestra individualidad se diluye ante la conducta multitudinaria y cedemos fácilmente ante la presión social, aunque esta nos haga ir en contra de la más elemental lógica: el comportamiento de masas es profundamente irracional, esto nos muestra que fácilmente vemos la realidad como la ven los demás, aunque su visión sea completamente errónea, no se necesita ser muy perspicaz para descubrir las implicaciones que tiene esto sobre nuestra experiencia cotidiana psicosocial, ya que la realidad que experimentamos es más el resultado de una suma colectiva (de percepciones y creencias) que de un análisis objetivo del mundo 

1- El experimento del Elevador: se repite en microdosis constantemente en nuestra cotidianidad y a lo largo del tiempo crea una imagen que substituye al mundo, vemos con todos los ojos que han visto, y nos movemos hacia donde se mueve la masa, es parte de nuestro deseo de pertenencia, y de nuestro entrelazamiento como especie: ¿Pero acaso no quieres ser el único que mira hacia el frente cuando todos dan la espalda?

2- El experimento de Asch: una serie de participantes es colocado en un grupo en el que hay confederados (quienes sabían el verdadero propósito), se les muestra una tarjeta con 1 línea seguida de otra tarjeta con 3 líneas A, B y C, y se les pide que digan cuál de las 3 líneas en la segunda tarjeta coincide con la primera, en la primera fase los confederados daban respuestas correctas, pero en la siguiente fase empiezan a responder 'equivocadamente', en el grupo de control, solo 1 participante de 35 dio una respuesta incorrecta, mientras que en el grupo de los confederados, el 75% de los participantes dieron respuestas incorrectas,