EL CORREDOR DE LA MUERTE: De la Silla Eléctrica a la Inyección Letal
Documental producido por National Geographic en el que las cámaras acompañan a 3 condenados a muerte durante los últimos días de su vida, en sucesivas entrevistas, los 3 protagonistas van explicando sus últimos deseos, sus miedos más íntimos y sus arrepentimientos, pero también sus familias y las de las víctimas se confiesan ante la cámara, reabriendo una vez más el debate sobre la pena capital, en el Corredor de la Muerte de Texas las ejecuciones son frecuentes, desde 1924 se han producido más de 1000, la Casa de la Muerte de Huntsville fue construida en 1952 por los propios reclusos, entonces las ejecuciones eran en la Silla Eléctrica, ahora el método ha cambiado y la muerte se produce por inyección letal, pero el resultado es el mismo para los 3 hombres que viven sus últimos días a la espera de su anunciado final.
3 Hombres, 3 Historias:
- Willie Earl Pondexter fue condenado a muerte por el asesinato de una filántropa de 85 años, heredera de una fortuna petrolífera, él siempre se ha declarado inocente.
- Johnny Ray Johnson asesinó a una adicta al crack, "Me volví loco. Salté sobre ella y le pegué muy fuerte", reconoce y a continuación la violó, sus abogados han agotado todos los recursos legales.
- A David Martínez le queda poco tiempo para su ejecución y ya lo tiene asumido, una noche de verano apaleó hasta la muerte a su compañera y al hijo de ésta, sólo le preocupa que su hija quiere presenciar la ejecución "Cuando me aten a la mesa y me claven las agujas NO va a suponer nada para mí. Pero verla llorar a ella, eso sí que es duro", dice.
‘Quiero verlo muerto por lo que hizo. Quiero estar allí y verlo morir’,
describe Roger, Padre y ex Marido de las 2 víctimas de David Martínez.
- Johnny Ray Johnson asesinó a una adicta al crack, "Me volví loco. Salté sobre ella y le pegué muy fuerte", reconoce y a continuación la violó, sus abogados han agotado todos los recursos legales.
- A David Martínez le queda poco tiempo para su ejecución y ya lo tiene asumido, una noche de verano apaleó hasta la muerte a su compañera y al hijo de ésta, sólo le preocupa que su hija quiere presenciar la ejecución "Cuando me aten a la mesa y me claven las agujas NO va a suponer nada para mí. Pero verla llorar a ella, eso sí que es duro", dice.
‘Quiero verlo muerto por lo que hizo. Quiero estar allí y verlo morir’,
describe Roger, Padre y ex Marido de las 2 víctimas de David Martínez.
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